Apuntes
de Historia del Arte
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Arte
egipcio
EGIPTO 3.000 a.C. - 30 a.C.
Período Predinástico Hace más de 10.000 años, el Valle del Nilo era una zona pantanosa, por lo que los primeros habitantes de Egipto ocuparon, probablemente, las zonas mesetarias que flanquean el valle por oriente y poniente. Estos altiplanos no constituían los grandes desiertos que hoy conocemos, sino que eran enormes extensiones de boscajes y vegetación. Los primeros pobladores del Valle del Nilo fueron los camitas y semitas, que se asentaron en las orillas del río y construyeron poblados de agricultores y ganaderos. Las zonas habitadas fueron dos, que darían origen a los dos focos de cultura más importantes: la zona alta del río, al sur (restos de Deir Tassa) y la zona baja, en el delta (Merimde beni Salome). Las culturas del delta, que habían desarrollado una civilización más avanzada eran llamados adoradores de Horus. Estos se opusieron a los adoradores de Seth, que habitaban el curso alto del río. A este período se debe la invención de la escritura jeroglífica, el calendario y el culto a los muertos con la consiguiente aparición de las pirámides y las mastabas escalonadas. Los adoradores de Horus no mantuvieron la unidad de Egipto y éste quedaría dividido en Alto Egipto y Bajo Egipto, hasta que los caudillos Narmer y Aha lo unificaron definitivamente, gracias al matrimonio entre Aha y la heredera del delta. Imperio o Reino Antiguo (3.100-2.160 a.C.) A finales del cuarto milenio, el rey Narmer, del Alto Egipto, conquistó el norte y unificó los dos reinos fijando como capital a Menfis . Así se formó el primer Estado en la historia de la humanidad y también se inició el período de las dinastías, o sea, de la serie de reyes pertenecientes a la misma familia. Las dos primeras dinastías son las llamadas tinitas que llevaron al pueblo egipcio a un período de gran prosperidad económica. En la III dinastía destacó el rey Zoser, quien comenzó la construcción de las pirámides como tumbas reales. En la dinastía XVIII, el rey de Egipto comenzó a llamarse faraón, que significa "gran casa" o "lugar del templo", esto porque originariamente se refería al palacio y no al morador principal, pero por costumbre se llama faraones a los reyes de Egipto desde la primeras dinastías. Los faraones sucesores de Zoser ( Snefru, Keops, Kefrén y Micerinos ) quisieron asegurarse la inmortalidad y por ello en el período de la IV dinastía (2.613 a.C.), iniciada por Snefru, comenzaron la edificación de las monumentales pirámides . Esta dinastía es también reconocida porque en ella la civilización egipcia alcanzó su época de mayor esplendor, ya que, entre otras cosas, se produjo la expansión territorial y se impulsó el comercio marítimo en el Mediterráneo oriental. Con la VI dinastía, el faraón Pepi II propició el traspaso del poder del faraón a los gobernadores de las provincias o nomos. Esta medida, más las invasiones asiáticas y las revueltas populares, provocaron, al final de este reinado, un gran desorden popular y una desorganización política. La grandeza del Imperio Antiguo se veria debilitada además por la relajación de las costumbres y el inmovilismo que suponía la longevidad de algunos faraones. Los nomos se van desconectando políticamente de Heliópolis y, a mediados del tercer milenio se entra en una fase semifeudal, durante la cual aumenta la autonomía de las provincias. Este sistema político eclipsaría las dinastías VII y VIII. Los faraones de las cuatro últimas dinastías del Reino Antiguo nada pudieron hacer para remediar el caos en que había caído el imperio. A este período se le llama Primer Período Intermedio (2.200-2.040 a.C.) y dejó como legado un gran número de textos literarios que manifiestan la desesperanza con que los egipcios veían el trastorno de su mundo, antes estable y ordenado. Las dinastías IX y X trasladan la capital a Herakleópolis y se produce una época de trastornos sociales de gran importancia: disminuye la seguridad, se asaltan los palacios y las propiedades, al tiempo que se saquean las tumbas en busca de tesoros. La reacción contra este desorden nace de la ciudad de Tebas. Este sería el final del Periodo Antiguo. Imperio o Reino Medio (2.040-1.786 a.C.) Después de una larga etapa de confusión y guerra civil, hacia el 2.000 a.C. vino la salvación de Egipto de manos de la XI dinastía, originaria de Tebas. Esta dinastía marcó uno de los momentos de mayor esplendor del Egipto Antiguo y contó con importantes faraones, como Amenemhet I, Sen-Usret I, Amenemhet II, Sen-Usret II y Amenemhet III . Todos ellos llevaron a cabo victoriosas campañas militares y condujeron al pueblo egipcio a su edad de oro. En la XIII dinastía se produjo la desintegración del Estado, lo que provocó que, hacia la XIV dinastía, los hicsos invadieran Egipto. Los faraones de la XVII dinastía de Tebas, conocidos como tebanos, emprendieron la reconquista y lograron vencer a este pueblo invasor. El período entre las dinastías XIII y XVII se denomina Segundo Período Intermedio (1.786-1.567 a.C). Imperio o Reino Nuevo (1.567-1.085 a.C.) Ahmosis I, de la dinastía XVIII, logró expulsar definitivamente de Egipto a los hicsos y pudo restablecer el gobierno. Sus sucesores, Amenofis I y Tutmosis I, lograron extender las fronteras del imperio e iniciaron una nueva época de esplendor. Luego vino un período de confusión que terminó con el gobierno de Tutmosis III, que llevó el dominio egipcio hasta el río Eufrates. Egipto se convertía, así, en el imperio más importante de Oriente. Durante los dos reinados siguientes se vivió una época de paz. Amenofis IV llevó a cabo una reforma religiosa que consagraba a Atón como único dios y por ello trasladó la capital a la ciudad de Aketatón. Su sucesor, Tutankamón, se vio obligado a restablecer el culto tradicional porque los sacerdotes de Amón y el pueblo se opusieron a la reforma anterior. Con Ramsés I, la ciudad de Tebas alcanzó una gran prosperidad y representó el último gran momento de Egipto. Menefta, de la dinastía XIX, se enfrentó a los libios y a los pueblos del mar (pueblos de Asia Menor y los aqueos) que amenazaban a Egipto. Ramsés III logró rechazar a estos pueblos y mantener la paz por algunos años, pero el imperio ya estaba debilitado y había perdido su influencia en el Cercano Oriente. Decadencia del imperio o Tercer Período Intermedio (1080-730 a. de C.) Con el reinado de Sheshonq I, de la dinastía XXII, el imperio quedó dividido y fue ocupado por distintos pueblos, entre ellos libios, etíopes y asirios. En el siglo VI a.C. se producen los primeros signos de recuperación cuando Psamético I, de la dinastía XXVI, logró expulsar del territorio a las tropas asirias que habían permanecido allí por casi veinte años. Tras unos pocos años de independencia que coinciden con la caída de Asiria y la convivencia con el imperio Neobabilónico, Egipto es conquistado por el rey persa Cambises el 525 aC. Se sucedieron tiempos de dominio persa y rebeliones durante los dos siglos siguientes. Con la conquista de Alejandro Magno y luego la invasión romana, Egipto volvería a ocupar un lugar central en Oriente y en el Mediterráneo. ARTE Y SOCIEDAD
FORMAS ARTÍSTICAS
EL ARTISTA
En la pintura egipcia predomina la ley de la frontalidad: las caras se dibujan de perfil y los ojos de frente; las manos y pies se pintan del mismo lado. También existe la rigidez en la imagen. Los colores son planos respondiendo a un trasfondo simbólico. Del Imperio Antiguo se conservan las famosas pinturas "Ocas de Meidun" y del Imperio nuevo merecen mencionarse los murales de la tumba de la reina Nefertari, en el Valle de las Reinas, en Tebas. Toda la pintura está acompañada de jeroglíficos explicativos. Templos y otros monumentos estaban completamente recubiertos de pinturas y jeroglíficos. A las pinturas murales de los hipogeos y las pirámides se las acompañaba de textos y fórmulas mágicas dirigidas a las divinidades y a los difuntos.
Reconstrucción de la decoración pictórica de un templo
Fresco del arquitecto Nebamón desdicado a la caza Las ocas de Meidum
Decoración de la tumba de Nefertari La escultura egipcia fue ante todo, animista. Encontró su razón de ser en la eternización del hombre después de la muerte. Fue una escultura eminentemente religiosa. La representación de un faraón o un noble, era la reemplazante física del muerto, su doble, en caso de descomposición del cuerpo momificado. Esto justificaría el exagerado naturalismo logrado por los escultores egipcios, sobre todo en el Imperio Antiguo. Con el paso del tiempo, al igual que la pintura, la escultura se estilizó.
Una de las primeras manifestaciones de relieve escultórico lo representa la famosa paleta de Narmer, una placa de esquisto de aproximadamente unos 64 cm de altura. Paleta de Narmer Tanto en la composición de conjunto como en los detalles, la Paleta de Narmer muestra ya alguna de las convenciones propias del arte egipcio: la disposición de la narración en registros, con las figuras alineadas; los diferentes tamaños de los personajes en función de su importancia, y la manera característica de representar el cuerpo humano en dos dimensiones.
Las estatuillas de madera, barro, marmol y alabastro eran piezas concebidas como complementarias del ajuar en el ritual funerario conocidos como ushabtis. También son destacables los vasos canopos que contenían las vísceras del difunto. --------- Ushabtis y canopos
Dentro de las esculturas funerarias se distinguen los relieves de las tumbas y la orfebrería funeraria. Los relieves en las tumbas son excepcionales y en ellos se mezclan la grafía jeroglífica y las representaciones personales. En la escultura típicamente funeraria encontramos tanto obras de orfebrería magistrales como trabajos en mármol, granito y madera con la efigie del difunto.
Máscara y sarcófago del faraón Tutankamón
En cuanto a las estatuas colosales de templos y palacios, surgieron a partir de la Dinastía XVIII como parte de la nueva arquitectura imperial. Poco a poco, las formas se fueron complicando y pasaron del realismo ideal al amaneramiento completo. Colosos de Memnón (Templo de Amenofis III)
Estatua de Ramsés II en Menfis
En un principio, el retrato tridimensional fue privilegio de faraones y sacerdotes. Con el tiempo fue posible a ciertos miembros de la sociedad como escribas y sacerdotes. Triada de Menkaure (Micerinos) De los retratos reales más populares merecen mencionarse los dos bustos de la reina Nefertiti, considerada una de las mujeres más bellas de la historia universal. Ambos son obra de uno de los pocos artistas egipcios conocidos, el escultor Thutmosis, y se encuentran hoy en los museos del Cairo y de Berlín, respectivamente.
"El alcalde" y la reina Nefertiti Los faraones Kefrén y Amenofis IV (Akhenaton) Con los reyes tolemaicos la gran influencia de Grecia se hizo sentir en la pureza de las formas y el perfeccionamiento de las técnicas. No fueron menos importantes las obras de orfebrería , cuya maestría y belleza son suficientes para testimoniar la elegancia y el lujo de las cortes egipcias. Los materiales más utilizados eran el oro, la plata y las piedras. Las joyas siempre tenían alguna función específica ( talismanes ), lo mismo que los objetos elaborados para templos y tumbas. Los orfebres también colaboraron en la decoración de templos y palacios revistiendo muros con láminas de oro y plata labrados con inscripciones, de los que apenas quedaron testimonio.
.. El nacimiento de la escritura jeroglífica egipcia antigua Se estima que la escritura jeroglífica se comenzó a utilizar hacia 3300 adC, aproximadamente en la misma época en la que surgió la escritura cuneiforme en Mesopotamia. Fue empleada durante más de 3600 años, pues la última inscripción conocida se graba el día 24 de agosto de 394 y se encuentra en el templo de File. Los primeros jeroglíficos egipcios parecen ser los descubiertos cerca de Abidos, en un lugar conocido como Gebel Tjauti. En la escena de Gebel Tjauti (probablemente tallada con herramientas de piedra) hay figuras y símbolos que parecen describir la procesión de un rey que vuelve a la ciudad de Abidos después de vencer al líder rival de Naqada. Hay un halcón dibujado sobre un escorpión. El halcón es un símbolo convencional del dios Horus, y el nombre Horus es sinónimo de rey en la historia egipcia. Por eso, se piensa que la escena tiene que ver con el rey Escorpión. Jeroglíficos rupestres de Gebel Tjauti
Paleta libia (Tehenu) Otras manifestaciones tempranas de los jeroglíficos son las paletas votivas, como la anteriormente vista de Narmer. La Paleta de Tehenu o Paleta de las Ciudades es una placa votiva de pizarra, datada en el periodo Predinástico de Egipto ( Naqada III ), donde se considera que está representada una batalla y la conquista de varias ciudades, que se identifican como ciudades libias. En la paleta aparecen los nombres de algunos soberanos predinásticos egipcios, en opinión del egiptólogo Dreyer. Desde las primeras dinastias el jeroglífico fue ampliamente utilizado, sobre todo en las tumbas y templos, tanto por su valor testimonial como por su faceta plástica y decorativa.
En este gráfico podemos observar algunas de las equivalencias del jeroglífico con los caracteres actuales. |
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Páginas
de bachillerato humanístico y artístico. Javier Arrimada
2008
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